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lunes, 7 de enero de 2013
PROSTITUCIÓN Y SECUESTRO DE MUJERES EN MÉXICO
LA TRATA DE MUJERES GENERA 10 MIL MILLONES DE DÓLARES
AL AÑO A CÁRTELES MEXICANOS
[1]
Sólo en Apodaca y Guadalupe,
Nuevo León, han desaparecido más de 500 jóvenes mujeres. La PGR no persigue a
las bandas criminales por ese delito.
Se
fueron por gusto, afirma un policía ministerial a Isabel Rivera y a otras
madres de desaparecidas en Apodaca, Nuevo León, luego de que denunciaron que el
crimen organizado había secuestrado a decenas de mujeres jóvenes en ese
municipio, más de 103, según el informe reciente de la Coalición contra el
Tráfico de Mujeres y Niñas de América Latina y el Caribe (Catwlac, por sus siglas en inglés).
“Los cárteles
de la droga mexicanos han encontrado un nicho de ganancias inmensas en
la trata de mujeres y niñas con propósitos de explotación sexual y pornografía.
Anualmente ganan más de 10 mil millones de dólares. Lamentablemente, la
Procuraduría General de la República (PGR) no está persiguiendo a los cárteles por la trata de mujeres,
sólo por el tráfico de drogas”, expresa en entrevista Teresa Ulloa Ziáurriz,
directora para América Latina y el Caribe de Catwlac.
En su nuevo informe sobre la trata y el crimen
organizado en México, adelantado a La
Jornada, la organización que promueve el derecho de mujeres y niñas a
una vida libre de violencia y explotación sexual, incluye estadísticas
cuantitativas y cualitativas en los estados y ciudades de origen de la trata,
los factores de vulnerabilidad, las rutas de tránsito, el fin del ilícito y su modus operandi, el tipo de
perpetrador solitario o de crimen organizado y los cuatro cárteles de la droga que han
incursionado en este próspero delito.
“Los grupos del crimen organizado, particularmente los
cárteles del Golfo, los zetas, nuevo milenio y los caballeros
templarios, las levantan para
usarlas de halconas desde los
12 años; luego las convierten en sicarias, mulas o esclavas sexuales de los
jefes de plaza, y cuando se cansan de ellas, simplemente las matan y les
desfiguran el rostro para hacer más difícil su identificación. Lo que más nos
preocupa es que hemos empezado a ver un vínculo con desaparición de un periodo
de tres a seis meses y luego feminicidio”,
dice.
El informe titulado “Estadísticas cualitativas y cuantitativas para medir el efecto de las
nuevas formas de criminalidad violenta contra las mujeres: la trata de mujeres,
niñas y adolescentes y sus vínculos con la delincuencia organizada” traza
un mapa delictivo por Estado de las nuevas violencias contra las mujeres y cómo
el avance de la criminalidad en México ha afectado sus vidas, sin que los operativos oficiales ofrezcan
seguridad a las mujeres. Analiza los niveles de impunidad sobre la trata y la
eficiencia de la respuesta gubernamental: “Las mujeres vivimos con miedo, y ya
no se sabe quiénes son peores, si los cuerpos policiacos y las fuerzas armadas,
o los cárteles de la droga”.
Hace
tres años, Guadalupe Jazmín Torres Rivera desapareció en Apodaca, Estado de Nuevo
León. Durante una semana secuestraron a más de una docena de jovencitas en el
mismo barrio; algunas fueron levantadas
en la calle, en la parada del autobús y otras fueron sacadas de sus
casas a punta de pistola. Sus casos están incluidos en el informe de Catwlac.
Desde entonces han desaparecido más de 200 mujeres en
Apodaca y otras tantas en el municipio de Guadalupe, dice Isabel Rivera, madre
de Guadalupe Jazmín, quien junto a otras madres de desaparecidas (más de 500)
han emprendido una incansable lucha por su localización.
Las autoridades no las están buscando. Es la misma
discriminación desde que empezamos. Las discriminan por ser mujeres y luego no
las buscan. Lo último que nos dijo un ministerial es que ellas se fueron por
gusto. Yo le contesté que ellas no harían eso y que su argumento era una excusa
para no buscarlas, pero les da igual, comenta Rivera, quien ha observado cómo
los expedientes permanecen igual, sin avance, a pesar del tiempo transcurrido.
Las madres han señalado a las autoridades la necesidad
de buscar a las jóvenes de entre 15 y 23 años en los locales de servicios
sexuales, como las salas de masaje, los llamados men’s club, los prostíbulos y los table dance en la entidad: Pero la policía ministerial de Nuevo
León no entra ni las busca allí; no se meten. Nunca han hecho una redada para
localizar mujeres en situación de trata. Queremos que se investigue a fondo.
La última noticia que tuvo de Guadalupe Jazmín fueron
dos llamadas en 2012. Las dos fueron en fechas simbólicas: una el día en que a
ella la secuestraron saliendo de dar clases de baile en el DIF, y la otra, en
el cumpleaños de su hija. La operadora me dijo si yo aceptaba la llamada de un
familiar de Torreón, Coahuila, pero luego cortaba. La policía dijo que las
llamadas fueron realizadas desde un banco HSBC y me dijeron que iban a buscar
los videos, pero no cumplieron.
Isabel Rivera cuenta que no hay un solo día que no
piense en su hija y que su nieta de seis años le da la fuerza para seguirla
buscando: Estas llamadas son una señal de que está viva. Yo la siento. Me llena
de esperanza. Tengo fe de encontrarla. Ella tiene que regresar.
El
informe de Catwlac incluye las
formas de rescate y daño de las víctimas. En los seis años recientes esta
organización ha logrado rescatar a mil 37 víctimas: El problema es que hemos
podido ubicar a algunas, todas adolescentes entre 12 y 16 años, pero no pueden
dejar de trabajar para ellos, porque están amenazadas de muerte, tanto ellas
como sus familias, lo que las lleva a paralizarse. Por un lado, la amenaza del
grupo delictivo y por el otro, la del Ejército, que ahora las está deteniendo y
enviado a los juzgados para jóvenes en conflicto con la ley penal.
Según las estadísticas del más reciente informe sobre
trata de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) 90 por ciento de este delito es
con fines de explotación sexual, pero las autoridades mexicanas no lo toman en
cuenta cuando realizan operativos:
“Lo que realmente pasa en muchos de los casos es que aun estando bajo el
control de sus tratantes o explotadores, las mujeres en situación de trata las
dejan a cargo de las nuevas mujeres o niñas reclutadas, y al llegar el operativo policial o militar, son
detenidas y llevadas ante la justicia como presuntas culpables y el verdadero
tratante o explotador, nunca responde frente a la justicia. Las autoridades no
han entendido bien el delito. No se le está dando prioridad. Persiguen la extorsión,
el secuestro, la piratería, pero no le entran a la trata. El delito no está
siendo perseguido y socialmente está naturalizado”, afirma Ulloa Ziáurriz.
El rescate de las víctimas mexicanas de trata
trasciende las fronteras: Hemos encontrado a muchas chicas del otro lado,
concretamente en Nueva York, a las que pasaron por Reynosa, Tamaulipas, donde
las inician. Tenemos una rescatada allá y una chica registrada en el padrón de
Reynosa con el nombre y los papeles de la que tengo en Nueva York. Les cambian
la identidad. Las pasan por McAllen, Texas, y como no se persigue el delito, 99
por ciento de los casos quedan en la impunidad.
Ulloa Ziáurriz fue una de las precursoras de la nueva
ley para prevenir, sancionar y erradicar los delitos de trata, pero está
convencida que se necesita reformarla: Lamentablemente en el Senado la echaron
a perder, los cambios que le hicieron los legisladores PRIístas fueron para
generar mayor impunidad. Y en este gobierno no hemos escuchado ni una sola
manifestación contra la trata de Enrique Peña Nieto o de su gabinete.
El nuevo informe exhibe la poca efectividad de las
actuaciones de las autoridades mexicanas en la persecución del delito y en el
acceso a la justicia para las víctimas. El año pasado, por ejemplo, sólo hubo
31 consignaciones por este delito, pero se lograron únicamente dos sentencias a
escala federal y siete en los estados, aunque dos absolutorias.
El problema más grave que tiene la PGR es que la
Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de
Personas (Fevimtra) no tiene
facultades para nada. La crearon para callarnos la boca, pero no funciona, al
final de cuentas sólo tiene competencia para los asuntos federales y donde no
hay delincuencia organizada. Hay que cambiarla.
Las
complicidades
El
informe de Catwlac ubica los focos rojos del país en la incidencia
de mayor número de desapariciones de mujeres y niñas con fines de trata y
explotación sexual: Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Zacatecas,
Durango, Chiapas, Oaxaca, Estado de México, Hidalgo, Baja California Sur,
Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco,
Tlaxcala y Zacatecas.
La investigación cruza los datos de desapariciones y
las vincula con la frecuencia de feminicidios:
“Son feminicidios con rasgos
similares y características de una violencia salvaje. Los cuerpos aparecen
todavía con fauna cadavérica. Los cráneos están separados de los cuerpos, la
mayoría son cráneos limpios y con la mandíbula separada. Tienen golpes en todo
el cuerpo, quebrados los dientes de enfrente, sus manitas crispadas, y algunas
están completamente con la pelvis y las piernas desarticuladas por las
violaciones. Creemos que este modus
operandi está directamente relacionado con la posibilidad de evitar la
identificación, porque les arrancan el tendón que une la quijada y es el más
fuerte que tenemos en el cuerpo para obtener el ADN y la mayoría de las
procuradurías de los Estados no cuentan con la tecnología para ese tipo de
prueba, algunos ni siquiera para sacar el ADN”.
Con base en su experiencia, Ulloa Ziáurriz afirma que
la trata en México es un negocio constituido por redes de complicidad entre el
poder político, económico y el crimen organizado, y hay nexos entre hombres
propietarios de negocios sexuales metidos en política. Según la PGR, unas 800
mil mujeres adultas y 20 mil menores son obligadas a ingresar a las 47 redes de
trata que existen en el país: “Hay intereses muy fuertes. Después de violarlas
se las llevan a explotarlas a los men’s
club y lugares como los masajes eróticos, que ahora se han extendido de
forma alarmante en todo el país, donde hay servicio de prostitución. Son
lugares que se han convertido en los nuevos negocios de lavado de dinero
procedente del narcotráfico”.
La anterior nota del diario La Jornada debe alertarnos y no seguir
callando un delito que es constante y atenta contra nuestras mujeres en
beneficio de una minoría de depravados con lujuría por el dinero fácil a costa
del dolor humano… Por ello debemos organizar y apoyar la lucha por el rescate
de todas las víctimas de las bandas de empresarios de la prostitución y del
narco.
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