TRASNACIONAL COREANA VIOLA CONSTITUCIÓN TOLERADA POR EL GOBIERNO
El ambiente de esclavitud laboral que impone la empresa transnacional Samsung en Manzanillo, Colima ha provocado inusual respuesta y forma de reclamar los derechos por cuatro trabajadoras mexicanas despedidas injustificadamente. Ante los malos tratos, golpes y despido las trabajadoras se metieron a una jaula, se cosieron los labios y se pusieron en huelga de hambre, con la amenaza de una de ellas de prenderse fuego. Esta dramática forma de protesta en contra de la empresa transnacional Samsung, de origen coreano que tiene mala fama por tratar a sus trabajadores como si fueren esclavos violando toda la legislación laboral
Madaí Díaz Rodríguez, Sandra Gómez, Lourdes Zamora y Elvira Orozco trabajaban en la cocina de la constructora Ingeniería Civil, subcontratada por la transnacional en dónde eran víctimas constantes de malos tratos que contantemente llegaban a la violencia física y verbal por parte de patrones y capataces coreanos. A esos hechos se suman múltiples arbitrariedades y abusos laborales como la imposición de jornadas de 12 horas diarias, sin el pago de las horas extras como obligan la Constitución y la Ley Federal del Trabajo. Esta explotación es cotidiana y la sufren cientos de trabajadores de la empresa coreana.
Las condiciones inhumanas y degradantes han provocado ya diversas protestas, entre ellas un paro de labores, sin que hasta la fecha se hayan remediado las violaciones a los derechos humanos y laborales. El 3 de junio pasado, Madaí Díaz, madre soltera, quien se desempeñaba como cocinera, inició las protestas contra el despido arbitrario y las golpizas que le propinaron de manera cobarde empleados coreanos. Primero se enjauló y se cosió los labios y días más tarde se encerró nuevamente con sus dos hijos, luego de lo cual levantó una denuncia contra sus agresores, denuncia que no ha tenido efecto alguno. Las autoridades laborales del estado de Colima protegen indebidamente a la empresa coreana violando los derechos de los trabajadores mexicanos.
El pasado 6 de julio Madaí, quien había sido reinstalada, fue de nueva cuenta agredida y despedida; ni el sindicato ni de las autoridades laborales han respondido a su exigencia de justicia, por ello regresó a la jaula, acompañada por sus compañeras también despedidas. Al momento se encuentran en huelga de hambre y se han cosido los labios, además de que Madaí ha manifestado su decisión de llegar al extremo de inmolarse prendiéndose fuego en caso de no recibir respuesta satisfactoria a sus demandas.
Cabe mencionar que la empresa construye en manzanillo una regasificadora provocando múltiples protestas por las graves afectaciones al medio ambiente que causará a la región lagunera y costera en la que estará enclavada, y lesionara gravemente la economía y vida de los pueblos de pescadores de la zona.
El conflicto es grave y puede profundizarse, incluso con mayores afectaciones a la salud, integridad física y vida de las trabajadoras que luchan por sus derechos. Todo ello ocasionado por la despiadada y violatoria conducta de la empresa transnacional.
Por ello urge la solidaridad de manera coordinada y decidida para obligar a que cesen las arbitrariedades obligando a las autoridades que cesen en su “vale madrismo” y cumplan con la ley, labor por la que cobran enormes salarios, única forma de impedir que el conflicto tenga un desenlace dramático.
La Coordinadora Sindical Independiente y Democrática (COSID) se una a la lucha y se solidariza con nuestras hermanas trabajadoras, y los invita a difundir la problemática para evitar que las empresas coreanas que se han ganado una mala fama por sus métodos despóticos cesen de violar la Constitución y respeten los derechos laborales de los trabajadores mexicanos.
Basta ya de solapar a los patrones que esclavizan a los trabajadores.
Solución inmediata en Samsung
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